
El torneo de waterpolo femenino continúa su rumbo, y la selección española encara la fase decisiva con cuadro, en principio, benévolo para nuestros intereses. En el camino hacia la gloria, las de Jordi Valls han evitado coincidir con la todopoderosa selección de Estados Unidos hasta una hipotética final, lo que allana parcialmente el terreno en su lado del cuadro.
No obstante, su primer obstáculo será nada menos que Países Bajos, medallistas de bronce en los Juegos Olímpicos de París 2024, y campeonas del mundo en el mundial de Fukuoka 2023, una selección siempre competitiva, a la que España ya superó en las semifinales de los pasados Juegos Olímpicos de París para acceder a la gran final. En la lucha por la medalla de bronce, Países Bajos, consiguió vencer a EEUU en París, indicativo del poderío físico de las neerlandesas. Superar a Países Bajos en el primer partido (19 de Julio, Sábado, 14.45h en España, Teledeporte) supondría un gran impulso anímico para el equipo español. Que vería a rivales «sencillos» sobre el papel, Italia o Hungría, antes de la final.
En el otro lado del cuadro, se encuentra otra de las grandes potencias: Grecia, cuartas clasificadas en el mundial de Doha 2024, cuya presencia queda de momento lejana para España. Esta configuración del torneo, sin embargo, dibuja un panorama aparentemente favorable para las españolas, que evitarán a los principales rivales hasta la final.
Aun así, estamos seguros que nadie en el vestuario español da nada por hecho. En un campeonato de este nivel cada encuentro es una final y que el más mínimo error puede dejar fuera a cualquier favorita. Pero lo cierto es que, sobre el papel, el cuadro les ofrece una oportunidad de oro (guiño, guiño) para volver a luchar por una medalla mundial.
Nota: el uso excesivo de comillas y formas condicionales de los verbos no es casualidad, sabemos de lo complicado que es la fase de grupos y llegar a la medalla de oro (o cualquier medalla). Nos gusta ser cautos.
Mucha suerte al equipo español.